(en la imagen superior, Herman Jacob Mankiewicz -a la izq.- y Joseph Leo Mankiewicz -a la dcha.- junto al padre de ambos, Franz)
Herman
Jacob Mankiewicz fue uno de los guionistas mejores pagados de
Hollywood y el jefe del departamento de guiones de la Paramount en
los últimos años 20 y primeros 30. Alcanzó lo más alto de su
trayectoria como escritor para el cine al poco de desembarcar en la
industria del cine, y comenzó entonces un lento declive en su
producción a causa de su creciente alcoholismo y desencanto ante el
negocio de Hollywood ya a finales de los años 30. Su colaboración
con Orson Welles en ‘Ciudadano Kane’ le permitió ganar el Oscar
al Mejor Guión en 1942, y posibilitó un resurgimiento de su
actividad, traducido en la nominación al Oscar de 1943 por su guión
para ‘El orgullo de los yankees’.
Como
a su hermana Erna y a su hermano Joseph
Leo, lo crió sobre todo su madre, Sara, una emigrante que
medio hablaba alemán, yiddish, alemán y ruso, y que se encargó de
la crianza de los hijos mientras su marido daba clases en la
universidad y trabajaba. Los tres hijos fueron estudiantes brillantes
que incluso acabaron sus estudios de manera precoz.
Hijo
de emigrantes judíos alemanes, nació en Nueva York en 1897, y vivió
su infancia en la localidad de Wilkes-Barre (Pennsylvania). De vuelta
en Nueva York se licenció en Filosofía en la Universidad de
Columbia y logró ser el editor del ‘American Jewish Cronicle’
cuando todavía no tenía ni 20 años y antes de partir a combatir en
la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, fue corresponsal en Berlín
del Chicago Tribune. Para entonces, ya se había casado con Sara
Aaronson, con la que tendría tres hijos -Johanna, Donald y Francis.
También en esos años en Europa fue contratado por Isadora Duncan
para que le llevara la publicidad.
Regresó
a casa para escribir en el New York World, Vanity Fair,
The Saturday Evening Post y el New York Times como
crítico de teatro, antes de pasar al New Yorker, también
como crítico de teatro. Probó suerte con el teatro, y estrenó las
obras ‘The good fellow’ en 1926 y ‘The wild man of Borneo’ en
1927. Horace Greeley le recomendó ir a Hollywood, donde empezó
escribiendo intertítulos, entre ellos los de la comedia de W. C.
Fields ‘Two flaming youths’ (1927) o los de ‘La última orden’
(The last command, Josef von Sternberg, 1928).
Herman Jacob Mankiewicz
Muy
pronto la Paramount (donde estuvo contratado entre 1926 y 1932) lo
nombró jefe del departamento de guiones. Benjamin Percival Schulberg
y David O. Selznick dirigían en aquel momento el estudio, y
esperaban que Herman J. Mankiewicz sirviera para atraer a algunos de
los mejores escritores del momento desde Nueva York. Fue así como
trajo a Nunnally Johnson o a Robert Benchley. También contrató a
guionistas como el gran Ben Hecht para incorporarlos a las películas
habladas. A Hecht lo convenció por telegrama, urgiéndole a agarrar
millones de dólares que había en Hollywood. “Tu única
competencia aquí son idiotas”, le espetó. Hecht, guionista de
películas inolvidables del cine clásico estadounidense como
'Scarface' (Howard Hawks, 1932), 'Gunga Din' (George Stevens, 1939),
'Duelo al Sol' (Duel in the Sun, King Vidor, 1946) o
'Encadenados' (Notorious, Alfred Hitchcock, 1946)- solía
referirse a su amigo como “el Voltaire de Central Park West”.
Hecht no dudó en plantarse en Hollywood, siguiendo el “consejo”,
acompañado de su pareja de trabajo, Charles MacArthur. En aquel
momento, Herman Jacob Mankiewicz era el guionista mejor pagado de la
industria, apreciado por su mordacidad y sentido del humor, sus
gustos modernos y un característico toque satírico, muy alejado de
las modas.
También
se trajo a su hermano menor, Joseph Leo Mankiewicz, licenciado
en Historia del Arte, que acababa de regresar de Alemania. Necesitaba
un trabajo, de modo que lo contrató como aprendiz (apprentice
writer) por 60 dólares la semana. Con él ya coincidiría en
‘Thunderbolt’ (Josef von Sternberg, 1929), la primera película
sonora del maestro vienés: un drama de ambientación criminal que
suele citarse como precedente del género negro, y cuyo guión
firmaron Herman J. Mankiewicz y Jules Furthman.
Aquel
1929, el hermano pequeño de Herman J. Mankiewicz era el escritor a
sueldo más joven de la Paramount a sus 21 años. Los Angeles
Times proclamó el 7 de julio de ese año que el inquieto Joseph
acababa de batir un récord al hacer los intertítulos de seis
películas en únicamente ocho semanas (además de la ya citada
Thunderbolt, los de The dummy, Close harmony,
The studio murder mystery, The man I love y The
mysterious Dr. Fu Manchu). Su trabajo consistía en hacer los
intertítulos que llevaban las versiones mudas de filmes sonoros,
destinadas a salas que aún carecían del equipamiento necesario para
proyectar películas con sonido.
Antes
de comenzar en la Paramount, Joseph L. Mankiewicz había escrito para
Variety (en septiembre y octubre de 1928, si bien nunca
apareció su firma) notas breves enviadas desde Berlín, donde estuvo
trabajando el mismo Chicago Tribune en el que había trabajado
su hermano hacía unos años, así como para la UFA, como traductor
de intertítulos.
Después
del estreno de la exitosa comedia deportiva protagonizada por W. C.
Fields 'A todo gas' (Million Dollar legs, Edward Cline, 1932),
The New York Times alababa el trabajo de Joseph Leo Mankiewicz
como coguionista junto a Henry Myers, mientras que Thornton Delehanty
habla en el New York Post de una especie de versión satírica
de una película de René Clair. En la época se escribió que 'A
todo gas' era la película favorita de Man Ray.
Mientras
en los primeros años treinta Joseph seguía esforzándose por
ganarse un sitio entre los mejores de Hollywood, su hermano Herman no
volvía la espalda a Broadway, y en 1932 estrenó la obra de teatro
‘Blessed event’, una comedia que logró gran éxito en el
Longacre Theatre de Broadway y en la que el propio autor se tomó la
libertad de otorgarse un pequeño papel que le permitiera permanecer
lejos de Los Angeles más tiempo del comprensible. Herman J.
Mankiewicz En aquellos años también fue productor ejecutivo de
algunas de las más conocidas películas de los Hermanos Marx, con
quienes estableció una gran amistad: ‘Pistoleros de agua dulce’
(Monkey business, Norman Z. McLeod, 1931), ‘Plumas de
caballo’ (Horse feathers, Norman Z. McLeod, 1932) y ‘Sopa
de ganso’ (Duck soup, Leo McCarey, 1933). Como recuerda
Frank, uno de los hijos de Herman, los Hermanos Marx eran una
presencia habitual en su casa.
Por
si fuera poco, escribió su primer gran éxito absoluto: la comedia
sofisticada de la Metro-Goldwyn-Mayer ‘Cena a las ocho’ (Dinner
at eight, George Cukor, 1933).
Para
mediados de la década, H. J. Mankiewicz ya estaba contratado por la
Metro-Goldwyn-Mayer, donde realizaría guiones para comedias
protagonizadas por Spencer Tracy (The show-off, Charles
Reisner, 1934) o William Powell y Rosalind Russell (Escapade,
Robert Z. Leonard, 1935). Casi siempre, guiones escritos en
colaboración de todo un equipo en el que siempre él llevaba la
batuta. Dijo en una ocasión que “nada me hace dormirme más
rápidamente que el sonido de la máquina de escribir de mis
colaboradores”.
Mientras
se adentraba en su faceta como guionista -firmando en solitario o
colaborando en los de películas como 'El enemigo público número 1'
(Manhattan melodrama, W. S. Van Dyke, 1933) o 'El pan nuestro
de cada día' (Our daily bread, King Vidor, 1934)- Aquellos
años para Joseph fueron relativamente turbulentos en el plano
sentimental: en 1934 se casa con la actriz Elizabeth Young, con quien
tendría a su hijo, Eric, un año antes de divorciarse en 1937; y en
1939 se vuelve a casar con una actriz, la austríaca Rosa Stradner,
que había fichado la Metro-Goldwyn-Mayer. Con ella tendría dos
hijos. Como actriz, Stradner prácticamente abandonó la profesión
tras el matrimonio: aunque había coprotagonizado (con Edward G.
Robinson y James Stewart) ‘El último gángster’ (The last
gangster, Edward Ludwig, 1937), sólo rodaría después ‘Rejas
humanas’ (Blind Alley, Charles Vidor, 1939), antes de formar
parte del reparto de ‘Las llaves del reino’ (The keys of the
kingdom, John M. Stahl, 1944), película coescrita y producida
por Joseph Leo Mankiewicz, justo antes de que éste diera el salto a
la dirección.
Ese
período también ofreció a Herman J. Mankiewicz algunos de los
mayores altibajos de su errática carrera. En 1938 -según la
biografía de Sam Dwyer que publica de Mankiewicz el canal TCM- fue
el primero de los múltiples guionistas que participaron en el guión
de ‘El mago de Oz’ (The wizard of Oz, Victor Fleming,
1939), desarrollando la idea de que la película comenzara en blanco
y negro en Kansas para explotar en colores cuando Dorothy llega a Oz.
Sin embargo, el nombre de Mankiewicz no figura en los títulos de
crédito del guión.
Mientras
su hermano Joseph demostraba su valía como productor (para la
Metro-Goldwyn-Mayer produjo exitosas películas a Fritz Lang, Frank
Borzage, Dorothy Arzner, George Cukor o George Stevens, entre otros)
y ascendía en el escalafón de Hollywood, Herman agravaba sus
problemas con la bebida en cada fiesta a la que le invitaban, y le
invitaban a casi todas, ya que era una garantía de diversión para
los asistentes. Allí aprovechaba para denunciar la superficialidad
de Hollywood, productores, directores, intérpretes y guionistas, o
incluso insultar a la cara a alguno de los grandes ejecutivos de los
estudios. Sus respuestas irónicas e imaginativas, así como el toque
socarrón que le hicieron famoso seguían estando allí, pero sólo
sirvieron para que, poco después de que concluyeran los años 30,
Herman J. Mankiewicz -que añadió el juego a su lista de adicciones-
se quedara sin trabajo.
Fue
en ese momento cuando su camino se cruzó con el de otro de los
enfant terrible que había en aquellos años en el cine
estadounidense: Orson Welles. Tras su estruendoso éxito con su
adaptación radiofónica de ‘La guerra de los mundos’ había
conseguido un contrato con la RKO Pictures para hacer tres películas
con una libertad absoluta. Algo de lo que no había precedentes en
Hollywood. Incluso se le concedió potestad para decidir el final
cut del proyecto que decidiera realizar.
Orson Welles y Herman J. Mankiewicz
Welles
empezó a desarrollar una adaptación de ‘El corazón de las
tinieblas’ de Joseph Conrad, pero pronto le recomendaron
abandonarlo, señalándole que era un proyecto demasiado caro y sin
ningún alcance comercial. A la búsqueda de una mano que pudiera
ayudarle a desbrozar las presiones e intereses de Hollywood, Welles
contrató a Herman J. Mankiewicz para ayudarle a desarrollar una
película. Tras desechar varias ideas, comenzaron el guión de un
magnate de la prensa corrompido por una ambición interminable.
Herman
J. Mankiewicz había conocido en persona a William Randolph Hearst en
alguna de las fiestas que Hearst daba en su fastuosa mansión de San
Simeón (que, con el paso de los años, acabó convirtiéndose en un
palacio o un castillo, por sus dimensiones desorbitadas). Durante un
tiempo en que a Hearst le pareció divertido que Mankiewicz insultara
a ejecutivos de los estudios o estrellas de cine, lo invitaba con
frecuencia a sus celebraciones. No se puede decir que fueran amigos,
pero sí que se llevaban bien. Hasta que en varias fiestas seguidas,
Hearst descubrió que Mankiewicz intentaba emborrachar a su pareja,
la actriz (hasta 1937) Marion Davies, que ya tenía problemas con el
alcohol. Entonces, lo vetó.
Mankiewicz
conocía un buen puñado de detalles de la vida de W. R. Hearst, de
modo que la creación del personaje protagonista de ‘Ciudadano
Kane’ suele atribuirse en gran parte a Mankiewicz. Welles y
Mankiewicz -acompañados por John Houseman, cuya misión era
garantizar que H. J. Mankiewicz escribía en lugar de beber- se
recluyeron en un complejo vacacional en las afueras de Los Angeles
para escribir el guión, que incorpora muchas de las aportaciones de
Mankiewicz: Rosebud, por ejemplo, parece que era una bicicleta que le
robaron cuando era pequeño en Wilkes-Barre. Hasta siete versiones
del guión escribieron antes de dar con el que satisfizo a ambos.
Tras
el estreno -y éxito- de Citizen Kane, llegó la dura campaña
contra la película por parte de W. R. Hearst, que incluso llevó a
Mankiewicz y Welles a no acudir a la entrega de los Oscars del año
siguiente, en la que Mankiewicz consiguió su única estatuilla. Se
enteró en casa, escuchando la radio.
Pese
a las amenazas de Hearst, el éxito de 'Ciudadano Kane' parecía ser
la última oportunidad para que la carrera de Herman J. Mankiewicz
enderezara el rumbo. A los 45 años, todavía lograría al año
siguiente otra nominación a los Oscars por el guión del biopic
dedicado al jugador de béisbol Lou Gehrig ‘El orgullo de los
Yankees’ (The pride of the yankees, Sam Wood, 1942), pero
sus adicciones le volvieron a alejar de la práctica continuada de su
labor como escritor. Aun así, escribió el guión de ‘Luz en el
alma’ (Christmas Holiday, Robert Siodmak, 1944), una
apreciable producción de la Universal basada en la novela de
Somerset Maugham, y protagonizada por Deanna Durbin y Gene Kelly.
También escribió el guión y produjo la irregular ‘Un secreto de
mujer’ (A woman's secret, Nicholas Ray, 1949), basada en la novela
de Vicki Baum; y regresó al tema del béisbol en ‘El orgullo de
St. Louis’ (The pride of St. Louis, Harmon Jones, 1952).
Tras esta película tuvo que ser ingresado en el Hospital Cedars of
Lebanon de Los Angeles, donde murió el 5 de marzo de 1953 (a la edad
de 55 años) como consecuencia de una insuficiencia renal.
Para
entonces la carrera de su hermano menor estaba definitivamente
consolidada como uno de los directores con mayor poder de Hollywood.
Ya en enero de 1945 apuntaba el diario Daily News de Los Angeles que
estaba negociando abandonar la Metro-Goldwyn-Mayer (dado que no le
permitían convertirse en director) para hacer sus propias películas
como director en la 20th Century Fox. “Dirigir es la la última
parte de la tarea de un guionista”, asegura Mankiewicz a la
periodista que firma la noticia. Además, considera que dirigir es
algo que se ajusta mejor a su talento.
Los
hechos no desmienten sus intenciones. Por dos años consecutivos,
Joseph Leo Mankiewicz se alza con los Oscar de guión y dirección
por 'Carta a tres esposas' (A letter to three wives, 1949) y
por una de sus obras maestras 'Eva al desnudo' (All about Eve,
1950).
Joseph Leo Mankiewicz
Su
reputación alcanzó tal nivel que a nadie en Hollywood pareció
molestar que se mudara junto a su familia a la localidad de Bedford
(Nueva York) con el propósito de evitar que sus hijos crecieran en
el entorno de valores distorsionados de Hollywood. Además, el éxito
cosechado en el cine le hizo incluso tener la posibilidad de dirigir
ópera. Así, en la temporada 1952-53 de la Metropolitan Opera se
hizo cargo de la puesta en escena de la primera versión en inglés
del clásico de Puccini 'La Bohème'. Nadie volvió a pedirle que
dirigiera ópera.
Seguidamente
Mankiewicz tuvo la oportunidad de resarcirse del fracaso de su paso
por la ópera con la que consideraba su mejor película: su versión
de la obra de Shakespeare 'Julio César' (Julius Caesar,
1953), protagonizada por un estelar Marlon Brando. Así lo aseguraba
en una entrevista en la revista 'Nosferatu' al entender que había
dirigido “algo sobre el hombre que, junto con Leonardo da Vinci,
es, tal vez, la mente más brillante que jamás ha existido en la
historia de la humanidad. Quedé muy satisfecho con la buena acogida
que mi película obtuvo en Inglaterra. Temía su reacción, creía
que no les gustaría nada, que la odiarían. Sin embargo, estaban
encantados. A Marlon Brando le otorgaron su equivalente al Oscar.
Aquél fue mi triunfo secreto, y supongo que es por eso que me siento
orgulloso”.
Fue
precisamente tras el estreno de 'Julio César' cuando Joseph vio por
última vez con vida a su hermano Herman J. Mankiewicz, del que
estaba tan distanciado como siempre. Joseph recuerda que Herman no
paraba de hacer alabanzas a la película y que consideraba que “era
mucho más agradable mi dirección que mi guión”.
En
aquella época Joseph Leo Mankiewicz decidió mudarse con su esposa a
Nueva York. Ella, tras sufrir varios episodios depresivos, se suicidó
en 1958 mientras él trabajaba en Manhattan. El recuerdo de las
películas de ese tiempo nunca agradó a Mankiewicz, pese a ser tan
interesantes como 'La condesa descalza' (The barefoot contessa,
1954) o 'Ellos y ellas' (Guys and dolls, 1955), o de menor
trascendencia como 'El americano tranquilo' (The quiet American,
1958), que sin embargo cautivó a un joven Jean-Luc Godard que la
consideró la mejor película de aquel año. Aquella versión de la
novela de Graham Greene supuso su regreso a la 20th
Century Fox tras sus flirteos con la MGM.
El
siguiente paso en su carrera estuvo relacionado con una de las
mayores estrellas del momento: Elizabeth Taylor protagonizó 'De
repente, el último verano' (Suddenly, last Summer, 1959) y el
mastodóntico proyecto 'Cleopatra' (1963). Entre ambas películas
volvió a contraer matrimonio -por tercera vez- con Rosemary
Matthews, con quien tendría su hija Alexandra.
Cuando
Joseph Leo Mankiewicz se hizo cargo en 1961 de 'Cleopatra' (el
veterano Rouben Mamoulian, que ya no volvió a dirigir una película,
fue despedido) no sabía que se enfrentaba a un proyecto que se
convertiría en su bestia negra. El gran presupuesto del film ya
había sido rebasado y el guión no estaba completo. Así, pese a las
protestas del director, durante meses escribió por la noche y
dirigió escenas de la película durante el día. Cuando finalizó el
rodaje pensó en montar dos películas que totalizarían un metraje
de siete horas y media. El jefe de la 20th Century Fox,
Darryl F. Zanuck, le obligó a desechar la idea y montar finalmente
una versión de poco más de cuatro horas. Aunque logró la mayor
recaudación en taquilla del año 1963 (26 millones de dólares) fue
una producción que no recuperó lo que costó (44 millones de
dólares), además de ser masacrada por la crítica de la época.
Joseph Leo Mankiewicz
Sus
últimos trabajos para el cine fueron 'Mujeres en Venecia' (The
honey pot, 1967), el western en tono de comedia 'El día
de los tramposos' (There was a crooked man, 1970) y una obra
maestra: 'La huella' (Sleuth, 1972), protagonizada por Laurence
Olivier y Michael Caine, basada en la obra de teatro de Anthony
Shaffer.
Durante
los últimos veinte años de su vida, leyó abundantes libros de
psiquiatría y recibió todo tipo de homenajes por su exitosa
carrera. Falleció a los 83 años en su casa de Bedford. Durante años
arrastró la imagen de “director de mujeres”, y desde poco
después de su muerte en 1993 se le etiquetó como un director que
prefería las palabras a las imágenes, que logró impregnar de la
sensación de realidad teatral muchas de sus mejores películas.
---
El
clan de los Mankiewicz se extiende por la historia de la industria
audiovisual estadounidense desde que Herman llegara a Hollywood. Así,
a los nombres a los que Zinemateka de Azkuna Zentroa dedica este
ciclo, hay que añadir otros.
Don
M. Mankiewicz (Berlin, Alemania, 1922 - Monrovia, California,
2015), hijo de Herman, fue novelista y guionista. Ganó el Premio
Harper en 1955 por su novela 'Trial' -que luego adaptó para la
película del mismo año dirigida por Mark Robson y protagonizada por
Glenn Ford- y guionista de películas como el drama carcelario 'La
casa de los números' (House of numbers, Russell Rouse, 1957),
'Confidencias de mujer' (The Chapman report, George Cukor,
1962) o el alegato contra la pena de muerte '¡Quiero vivir!' (I
want to live!, Robert Wise, 1958) por el que fue nominado al
Oscar al mejor guión adaptado.
Frank
Mankiewicz (Nueva York, 1924 – Washington, D. C., 2014), hijo
de Herman (y hermano de Don), fue presidente de la NPR -la radio
pública estadounidense-, director regional del Peace Corps en
Latinoamérica y jefe de prensa de Robert F. Kennedy en 1968 cuando
fue asesinado en Los Angeles. Ligado al Partido Demócrata, actuó
como enviado secreto del gobierno de los Estados Unidos a Cuba
durante la década de los setenta, y dirigió la campaña
presidencial del candidato George McGovern, que perdió los comicios
frente al republicano Richard Nixon.
Johanna
Mankiewicz Davis (Los Angeles, California, 1937 – Nueva York,
1974) era hija de Herman, fue novelista, autora de la novela 'Life
signs' (1973), habitualmente señalada como una de las mejores
exponentes de la novela feminista que floreció en las décadas de
los 60 y 70. Creció en Hollywood y fue amiga de la actriz Jane
Fonda, la escritora Brooke Hayward y la novelista Jill Schary, hija
del ejecutivo de la Metro-Goldwyn-Mayer Dore Schary. Establecida en
Nueva York, estuvo casada con el documentalista Peter Davis. Murió
prematuramente a los 37 años, tras ser arrollada por un coche cuando
caminaba junto a uno de sus hijos por la acera de su calle en
Greenwich Village.
Thomas
F. “Tom” Mankiewicz (Los Angeles, California, 1942 – 2010)
era hijo de Joseph. Fue guionista, director y productor de cine,
teatro y televisión. Entre su guiones destacan películas muy
conocidas por el gran público como las pertenecientes a la saga de
James Bond 'Diamantes para la eternidad' (Diamonds are forever,
Guy Hamilton, 1971), 'Vive y deja morir' (Live and let die,
Guy Hamilton, 1973) o 'El hombre de la pistola de oro' (The man
with the golden gun, Guy Hamilton, 1974). Además, escribió los
libretos de 'Ha llegado el águila' (The eagle has landed, John
Sturges, 1976) y 'Lady Halcón' (Ladyhawke, Richard Donner,
1985), y participó -sin acreditar como tal- en los guiones de
'Superman' (Richard Donner, 1978) y 'Superman II' (Richard Donner,
1980).
Christopher
Mankiewicz (n. Los Angeles, California, 1940) es hijo de Joseph.
Como productor, se implicó en películas como el remake del
clásico de Hitchcock 'Un crimen perfecto' (A perfect murder,
Andrew Davis, 1998) o de la adaptación de la novela de John Grisham
'El jurado' (Runaway jury, Gary Fleder, 2003). Desde 1984 ha
aparecido como figurante en una decena de películas.
John
Mankiewicz (n. Nueva York, 1954) es hijo de Don. Actualmente es
co-productor ejecutivo de la serie de televisión 'House of cards'
(creada por Beau Willimon en 2013) producida por Netflix, para la que
ha escrito varios guiones. También en el ámbito televisivo es
reconocido como un influyente productor y guionista para series como
'Canción triste de Hill Street' (Hill Street Blues, creada en
1981 por Steven Bochco y Michael Kozoll), 'Corrupción en Miami'
(Miami Vice, creada por Anthony Yerkovich en 1984), 'House'
(House M. D., creada por David Shore en 2004) o 'El
mentalista' (The mentalist, creada por Bruno Heller en 2008).
Benjamin
F. “Ben” Mankiewicz (n. Washington, D. C., 1967) es hijo de
Frank y nieto de Herman. Crítico de cine para la CNN, trabaja en el
canal TCM desde el año 2003.
Joshua
P. “Josh” Mankiewicz (n. Berkeley, California, 1955) es hijo
de Frank y nieto de Herman. Periodista ligado desde años a la cadena
de televisión NBC.
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