19 ene 2014

Historias extraordinarias del próximo cine argentino





El cine argentino ha presentado en los últimos tiempos una doble vertiente: una esencialmente orientada a la firma de beneficiosas coproducciones que garanticen el estreno de sus películas en distintos puntos de Europa (sobre todo España) y América Latina; otra –menos visible, más independiente- que quedaba principalmente restringida al consumo –minoritario- interno.

De este segundo grupo fueron dándose a conocer en el resto del mundo –y gracias, sobre todo a la labor de festivales, filmoteca y cinematecas- desde finales del siglo pasado y principios del XXI realizadores tan diversos y reconocidos hoy en día como Pablo Trapero y Lucrecia Martel, Lisandro Alonso o Mariano Llinás.

Aquel movimiento independiente argentino que parecía haber alcanzado cierta popularidad con esos nombres no se ha detenido desde entonces. El arrojo y riesgo de los realizadores argentinos ha permitido –con la inestimable colaboración institucional- el desembarco de otros nombres a los que les espera el reconocimiento que obtuvieron sus predecesores.  Algunos de aquellos son compañeros de viaje de los que aquí presentamos. Es el caso de Mariano Llinás (la osadía de sus ‘Historias extraordinarias’ (2008) es la misma que alumbra muchos de los títulos de este ciclo de Zinemateka), alma mater de El Pampero Cine, la productora detrás de películas como ‘Ostende’ (Laura Citarella, 2011), ‘El estudiante’ (Santiago Mitre, 2011) o ‘El loro y el cisne’ (Moguillansky, 2013), que inaugura este programa. Dice Llinás que “nuestro problema es cómo volver a la ficción, desde un lugar que no sea reaccionario ni anacrónico. Cómo hacer ficción después de Godard”. Bien podría ser una manera excelente de resumir el objetivo de las historias cotidianas extraordinarias que integran este ciclo, enteramente compuesto por películas producidas en Argentina durante el pasado año 2013 y pendientes de estreno en España.

‘Historias extraordinarias del próximo cine argentino’ ha intentado huir además de los nombres más laureados y reconocibles del panorama audiovisual argentino para ahondar en prometedores debutantes (aunque sean veteranos intérpretes como Guillermo Pfening o Gustavo Garzón) o realizadores alternativos que han logrado hacerse oír. Son cineastas que han desarrollado un arraigado sentimiento de comunidad. Sirva como ejemplo la manera en que el ya referido grupo de El Pampero Cine (Llinás, Moguillansky, Citarella y Agustín Mendilaharzu) se relaciona con jóvenes y maestros: del joven Mariano Blanco –firmante de ‘Los tentados’ (2013)- al profesor Rafael Filippelli, director pero también docente en la Universidad del Cine, la gran incubadora de profesionales argentinos, donde también imparte clases Estanislao Buisel, director de ‘Barroco’ (2013).

Argumentalmente, las películas presentadas entre febrero y mayo de 2013 en AlhóndigaBilbao, comparten una preocupación por el tiempo en que han sido rodadas y por conferir un papel clave en su construcción al trasfondo social argentino contemporáneo. Esas tramas se articulan posteriormente a través de dramas, comedias o películas de apariencia documental. Lo hacen en títulos como ‘Ricardo Bär’ (Gerardo Naumann & Nele Wohlatz, 2013) –premiada en el FID de Marsella con una mención especial a la mejor ópera prima-, ‘Los dueños’ (Agustín Toscano & Ezequiel Radusky, 2013) –premiada con una mención especial del jurado de La Semana de la Crítica de Cannes-, ‘Choele’ (Juan Sasiaín, 2013) –reconocida hasta con tres premios en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata- o ‘La paz’ (Santiago Loza, 2013) y ‘Habi, la extranjera’ (María Florencia Álvarez, 2013) –ambas presentadas en la Berlinale del año pasado.

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